Deporte y salud
Hay demasiado énfasis en el éxito y en el fracaso y muy poco en cómo la persona progresa a través del esfuerzo. Disfruta del viaje, disfruta cada momento y deja de preocuparte por la victoria y la derrota (Matt Biondi)
HIGIENE POSTURAL
La salud, entendida como un
completo estado de bienestar físico, psíquico y social (OMS, 1987), está
condicionada por diversos factores entre los que se encuentra uno altamente
manipulable, los hábitos de vida (Delgado, Gutiérrez y Castillo, 1997).
Cierto es que durante nuestra rutina diaria, muchas veces obligamos a nuestro
cuerpo a adoptar posiciones antinaturales (sentarse en el borde de la silla,
andar encorvado, levantar peso de forma inadecuada, posturas continuadas…), sin
saber realmente las graves consecuencias que estas acciones suponen para
nuestra salud.
El hecho de adoptar unos
malos hábitos posturales durante nuestra actividad diaria, provoca una
sobrecarga del aparato locomotor produciendo poco a poco un desgaste y
desequilibrio del organismo de manera permanente, afectando sobre todo a la
columna vertebral. Estas inadecuadas posturas vienen determinadas muchas veces
por el tipo de trabajo o actividad, como por ejemplo estar sentado durante
muchas horas, estar de pie en una posición fija, levantar pesos
continuamente… Todas estas actividades
crean descompensaciones musculares y posiciones articulares forzadas
produciendo, como mencionamos anteriormente, lesiones en el aparato locomotor.
Molestias comunes como
pueden ser el dolor cervical o lumbar, dolores articulares, etc. pueden ser
causas directas de la adquisición de malas posturas durante las actividades de nuestro
día a día; por ello conviene tomar consciencia lo antes posible de la
importancia que tiene la higiene postural (serie de normas en cuanto a
adaptación de posturas y realización de esfuerzos, encaminadas a reducir la
carga sobre la columna vertebral evitando así posibles lesiones) para nuestra
salud, y que nos ayudará a retrasar males futuros.
Algunas propuestas y
consejos para llevar a cabo una correcta higiene postural serían:
Realizar algún tipo de deporte o actividad
física durante el tiempo de ocio.
Fortalecer los músculos abdominales, lumbares
y paravertebrales.
No estar sentado, de pie, acostado… durante
largos periodos de tiempo.
Intercalar pequeños descansos entre tareas.
En caso de tener que estar demasiado tiempo
de pié, situaremos un pié delante de otro y procuraremos movernos lo más que
podamos.
Debemos utilizar un calzado apropiado, a
poder con un tacón bajo (2-5 cm).
Evitar posiciones demasiado erguidas o
relajadas.
Si tenemos que permanecer sentados,
mantendremos la espalda erguida y alienada, completamente apoyada contra el
respaldo de la silla, los talones y las puntas de los pies estarán
completamente apoyados en el suelo y las rodillas en ángulo recto con la
cadera. Si los pies no nos llegan al suelo usaremos un taburete para posarlos.
Si tenemos que permanecer mucho tiempo
sentados delante de un ordenador, documentos, etc. haremos breves pausas y
aprovecharemos para levantarnos y hacer ejercicios de estiramientos para el
cuello y la espalda.
Para recoger algo del suelo, se recomienda
flexionar las rodillas manteniendo la espalda recta, en caso de ser un objeto
pesado, este se transportará pegado al cuerpo a la altura del pecho.
En caso del transporte de mochilas (caso de
escolares), se utilizarán preferentemente mochilas centrales con doble cinta
apoyada en ambos hombros y con una cincha de anclaje a la cintura. Evitar
bandoleras y/o carritos.
Procurar tener siempre un mobiliario
apropiado a nuestro tamaño y actividad.
Nunca es demasiado pronto o
demasiado tarde para llevar a cabo estas medidas, ya que siendo adultos todavía
se pueden corregir estos malos hábitos, aliviando así posibles molestias y
lesiones o reduciendo su aparición. En caso de sujetos que todavía se encuentran en periodo de crecimiento, la
educación postural debería de adquirir un carácter primordial en la formación
del individuo, siendo transmitida tanto en casa como en su centro de estudio,
creciendo así bajo unos bueno hábitos posturales que va adquiriendo
gradualmente de forma natural, mejorando su desarrollo y evitando futuros
trastornos del aparato locomotor.
Estamos hablando de pequeños
gestos y acciones que mejorarán nuestra vida cotidiana, nuestro
rendimiento, nuestra salud… y que
nuestro cuerpo agradecerá con el paso del tiempo.
Me a ayudado mucho este articulo para comprender extensamente los malos hábitos postulares que ejercemos diariamente en las actividades más frecuentes.
ResponderEliminarOk Pilar
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